jueves, 19 de junio de 2014

Cuando el Príncipe Felipe (ahora Rey) hacía el papel de naturalista.

En 1994 la radiotelevisión pública española anunciaba el estreno de una serie de naturaleza, La España salvaje, con una protagonista muy especial, el Príncipe Felipe. La imagen para un  futuro heredero , daba una salto cualitativo.  De aficionado a los deportes náuticos y de invierno, a un preocupado naturalista que venía a mostrarnos la fauna y flora del País, así como sus preocupaciones medioambientales.

Esta serie documental  es un caso extraño. Su relato,  en ocasiones, parece  más preocupado  por enaltecer la figura del futuro heredero que por mostrar la naturaleza y el medio ambiente. Con diálogos poco creíbles por artificiales, situaciones forzadas y en ocasiones ridículas, esta serie documental, no por casualidad, fue emitida por TVE-1 en horario de  máxima audiencia, con el objetivo además de divulgar  la fauna y la flora de España, la de humanizar y popularizar  la imagen del Príncipe Felipe. Así, en ocasiones, tenemos la impresión que el  auténtico protagonista de la serie es el Príncipe, y no los animales y  plantas. Para muestra, un botón.


La narración de la serie esta cargada de alabanzas y admiraciones excesivas al entorno natural y salpicada de una innecesaria exaltación patriótica, asignandole ,por ejemplo, la condición de españolidad a animales y plantas. Su discurso "ecologista" se entremezcla con otro de tintes patriotas innecesario en una producción de estas características. La serie documental  de 9 episodios (con un décimo episodio sin emitir de cómo se hizo la serie) a pesar de su carencias también tuvo sus aciertos, como lo demuestra la muy buena acogida entre el público (llegó a ocupar el sexto puesto de los programas más vistos de televisión española). Su director Borja Cardelús  en 1999 rodaría otros 3 episodios  de la misma serie documental con una nueva  intervención, esta  vez más breve, del Príncipe Felipe. 

Esta aparición de celebridades ( actores, políticos, deportistas, etc.) en los documentales de naturaleza y vida animal, principalmente, es algo relativamente frecuente. Su uso es una estrategia para hacer más comercial, atractivo y cercano este tipo de producciones. 


El caso de La España Salvaje, va un poco más allá, y la serie se  articula como instrumento para  dar a conocer a un Príncipe por aquel entonces poco conocido,  y donde la figura de su padre aún tenía gran peso.

Mucho ha llovido desde entonces, ahora los medios de comunicación han olvidado la faceta ecologista del que fuera Príncipe de Asturias  para construirnos una imagen más humana y paternal pero igualmente artificiosa y forzada, la del nuevo Rey Felipe VI.

Rey Felipe VI con sus dos hijas Leonor y Sofía

Referencias

  • Los documentales de naturaleza ayer y hoy. Realidad versus virtualidad http://telos.fundaciontelefonica.com/telos/perspectivagrabar.asp@idarticulo=3&rev=52.htm