En 1994 la radiotelevisión pública española anunciaba el
estreno de una serie de naturaleza, La España salvaje, con una protagonista muy especial, el Príncipe Felipe.
La imagen para un futuro heredero
, daba una salto cualitativo. De
aficionado a los deportes náuticos y de invierno, a un preocupado naturalista
que venía a mostrarnos la fauna y flora del País, así como sus preocupaciones
medioambientales.
Esta serie documental
es un caso extraño. Su relato,
en ocasiones, parece más
preocupado por enaltecer la figura
del futuro heredero que por mostrar la naturaleza y el medio ambiente. Con diálogos
poco creíbles por artificiales, situaciones forzadas y en ocasiones
ridículas, esta serie documental, no por casualidad, fue emitida por TVE-1 en
horario de máxima audiencia, con el objetivo además de divulgar la fauna y la
flora de España, la de humanizar y popularizar la imagen del Príncipe Felipe. Así, en
ocasiones, tenemos la impresión que el auténtico protagonista de la serie es el Príncipe, y no los
animales y plantas. Para muestra,
un botón.
La narración de la serie esta cargada de alabanzas y admiraciones excesivas al entorno natural y salpicada de una innecesaria
exaltación patriótica, asignandole ,por ejemplo, la condición de españolidad a animales y plantas. Su discurso "ecologista" se entremezcla con otro de tintes patriotas innecesario en una producción de estas características. La serie
documental de 9 episodios (con un décimo episodio sin emitir de cómo se hizo la serie) a pesar
de su carencias también tuvo sus aciertos, como lo demuestra la muy buena acogida entre el público (llegó a ocupar el
sexto puesto de los programas más vistos de televisión española). Su director
Borja Cardelús en 1999 rodaría otros
3 episodios de la misma serie
documental con una nueva intervención, esta
vez más breve, del Príncipe Felipe.
Esta aparición de celebridades ( actores, políticos,
deportistas, etc.) en los documentales de naturaleza y vida animal, principalmente, es algo
relativamente frecuente. Su uso es una estrategia para hacer más comercial, atractivo
y cercano este tipo de producciones.
El caso de La España Salvaje, va un poco
más allá, y la serie se articula
como instrumento para dar a
conocer a un Príncipe por aquel entonces poco conocido, y donde la figura de su padre aún tenía
gran peso.
Mucho ha llovido desde entonces, ahora los medios de
comunicación han olvidado la faceta ecologista del que fuera Príncipe de
Asturias para construirnos una imagen
más humana y paternal pero igualmente artificiosa y forzada, la del nuevo Rey
Felipe VI.
Rey Felipe VI con sus dos hijas Leonor y Sofía |
Referencias
- Los documentales de naturaleza ayer y hoy. Realidad versus virtualidad http://telos.fundaciontelefonica.com/telos/perspectivagrabar.asp@idarticulo=3&rev=52.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario