martes, 22 de enero de 2013

Antropomorfismo o cómo hablar de manos cuando son patas.


El documental de divulgación, para comunicar con eficacia contenidos científicos a la vez que resulte interesante y asequible al espectador, emplea  una serie de herramientas o estrategias narrativas entre las que destaca  el  antropomorfismo. ¿Qué significa este término? Básicamente consiste en la  atribución de rasgos, características, cualidades y motivaciones propias de los seres humanos  a cualquier animal, planta o cosa.

Este recurso es muy utilizado en los documentales de naturaleza y vida animal con el objetivo de acentuar el interés de la audiencia, por la razón de que el hombre  lo que mejor entiende y más interesa es aquello que le sucede a él mismo o se le asemeja (1).

En el uso e incluso abuso de esta práctica, destaca la compañía Walt Disney. La antropomorfización tan habitual en sus producciones de ficción también lo es en numerosos documentales de naturaleza, desde la serie de cortometrajes llevada posteriormente a televisión, True –Life Adventure  (1948 -1960), hasta el más reciente documental estrenado en cines, Chimpancés (2012). 

True - Life Adventures (fuente)

Por supuesto el antropomorfismo también aparece en producciones de National Geographic, BBC, ORF, Discovery, Nature, etc… Esta práctica fue  habitual en realizadores y naturalistas de la talla de Jacques-Yves Cousteau o Félix Rodríguez de la Fuente. Incluso el documentalista británico David Attenborough, a pesar de sus reticencias en el empleo del antropomorfismo le resulta difícil prescindir del uso de esta herramienta:
Creo que es muy peligroso. […]. Dotar a los animales de reacciones humanas es algo que ha de evitarse completamente. Y yo me cuido mucho de decir que un animal siente emociones humanas o incluso de hacer comparaciones. Las comparaciones que hago son muy seguras”(2).

El antropomorfismo en los documentales científicos de naturaleza se puede presentar de diversas formas. Veamos algunos ejemplos.

La histórica serie El hombre y la tierra de Félix Rodríguez de la Fuente, presenta múltiples ejemplos en el uso del antropomorfismo con el objetivo de realzar la narrativa del documental y hacerlo así más atractivo para la audiencia. En el capítulo, Los pequeños matadores (parte 2) la voz en off de Félix hace un uso constante de esta técnica, asignando características físicas o emocionales a animales como  el Lirón Careto y la Comadreja: “ …muy limpios (el lirón careto) hacen la toilet cuidadosamente lavándose con las manitas después de comer…” (min. 3:10)



Como hemos comentado el documentalista Jacques-Yves Cousteau  también hizo uso de este recurso de personificación: “... la Morena impresiona al contemplarla pero es menos tonta de lo que parece…”(min. 9:00). 
"... el Mero dispone de su gruta pero además se ha anexionado el corredor de acceso, el vestíbulo. Todo eso es lo que él defiende. Monta la guardia en la frontera. Los demás peces no tiene derecho a entrar en sus dominios sino es con el permiso del dueño (...) completamente desorientado ataca a todas partes, enfurecido por haber sido engañado, nuestro mero persigue a Raimond Cousteau, le ataca y le muerde ..." (desde minuto 21:40).





La asignación de características emocionales a los animales es constante, por ejemplo, en la magnífica película documental El viaje del emperador (2005): “… ya llegan las primeras nieves, todavía son dulces como nuestro recuerdo del mar (…) se ha expresado el amor, ha llegado el amor, y todo el mundo guarda silencio…” (seg. 00:10). Valga como ejemplo este fragmento.




Esta película además, es  ejemplo de atribución de cualidades cognitivas (procesos psicológicos relacionados con el atender, percibir, memorizar, recordar y pensar): “… una vida anida en nuestros vientres (…) a pasado una luna y esperamos… ” (desde segundo 00:26).

Aunque otorgar nombres propios a los animales no se considera exactamente antropomorfismo, es una manera de convertir al animal en un personaje de una historia, aumentando así el sentido dramático de la narración. Lo que se persigue es incrementar el nivel de implicación e interés por parte del espectador hacia la historia que se está contando. Por supuesto son numerosos los ejemplos. Recuerdo un documental El rey de los monos. Al sur de la India (The monkey prince) del año 2003, que cuenta la historia de dos clanes de monos (el macaco rhesus) que se disputan los territorios de un templo derruido hindú y la montaña vecina. A los monos protagonistas se le otorgan nombres propios como "Bobo", el joven mono que aspira a ser “principe” de la zona, y su amiga "Jeela", una hembra que va en su ayuda.

Fotograma de la película.

Los  elementos audiovisuales también pueden contribuir a esta antropomorfización. Es el caso de la personificación de los animales mediante el uso  de planos subjetivos, primeros planos de los ojos o extremidades del animal, el uso de la música (con  función onomatopéyica, de carácter cómico, dramático,...) y el  propio montaje audiovisual. Este fragmento de Insectos en guerra (Insect War, 2004) puede servirnos de ejemplo.





En el caso de la serie La vida privada de las plantas (1995) de David Attenborough. La música, la grabación mediante la técnica de time-lapse que "dota" de movimiento a las plantas o el propio montaje, constituyen importantes elementos cinematográficos que junto a la voz en off (con la asignación de características físicas), contribuye a la personificación de las plantas o más correctamente a la animalización de éstas (reptan, se sumergen en el agua, vuelan,...).





A pesar del uso generalizado del antropomorfismo en un gran número de documentales de naturaleza y vida animal, existente una gran polémica –tanto dentro de la industria documental como del ámbito científico– sobre la validez y legitimidad en la aplicación de esta técnica  para divulgar la ciencia de forma audiovisual. Argumentos a favor y en contra donde la Etología - estudio del comportamiento animal- tiene mucho que decir. Pero esta ya es otra historia. 


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(1) LEÓN, Bienvenido, El documental de divulgación científica, Paidós, Barcelona, 1999, p. 109
(2) LEÓN, Bienvenido, El documental de divulgación..., op. cit., p. 209.


Referencias:
  • LEÓN, Bienvenido. El documental de divulgación científica, Paidós, Barcelona, 1999.

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